Recortadores, CON MAYUSCULAS.
(Editorial de Bous al Carrer 255 - 15 junio 2017)
(https://www.facebook.com/torosbousalcarrer/)
Me asombra, que no me sorprende, el nivel que alcanzan en la actualidad los recortadores, y
cuando hablo de estos valientes, me refiero tanto a los que participan en los concursos como
los que hacen las cosas bien en las calles. Recortador es una palabra ya incrustada en el
vocabulario popular taurino. En las calles, preámbulo de los concursos, podemos ver el
comienzo de los que en un futuro pisarán el ruedo, primero en concursos clandestinos en
capeas o en otros de menor categoría, y los que sobresalgan por su capacidad y arte, irán
escalando posiciones hasta ser un recortador de élite y poder pisar el ruedo de las grandes
plazas de primera. Pero todo no es gloria y salir victorioso y el olor de multitudes. El toro
siempre acaba haciendo daño, vendrán las cogidas, las volteretas y hasta las cornadas. En
algunas ocasiones a veces algo más triste y doloroso. Y así es la historia milenaria de la
tauromaquia, placer y dolor gratuito, solo por el deseo del hombre de enfrentarse a un toro
que le puede hacer sentir un héroe, y que también puede quitarle a vida.
El mundo del recorte también ha evolucionado en el aspecto de sexos gracias al ánimo de
varias féminas que se han ido incorporando a esta modalidad, un mundo que jamás yo vi cerrado
para ellas, y que por fin se han decidido a ponerse delante de la cara del toro, y aunque
todas son muy valientes, algunas lo hacen con más pureza y arte que otras, lo mismo que el
los chicos. De seguir esta tendencia, con el tiempo habrá una criba en este sector y saldrán
heroínas capaces de competir tú a tú con cualquier a que esté a su altura, sea hombre o
mujer. Porque el toro no distingue entre sexos. Pero de momento, no es así…
En cuanto a decir que ser recortador de élite es un medio de vida, queda aún muy lejos, las
ganas pueden con la razón, y así no se consigue vivir de esto. Hay un espejo donde mirarse
que es en la tauromaquia popular francesa y en las federaciones Landesa y Camarguesa. Ante
todo debe haber unión, compañerismo, vergüenza torera y ser profesional, y con ello cumplir
con las obligaciones fiscales y laborales… y ahí lo dejo…
Y no está todo visto aún en el mundo del recorte semi profesional, aún tienen que llegar el
espectáculo sublime, el que dé la vuelta al mundo… apenas ha evolucionado en el formato
espectáculo en estos 20 años, queda mucho por hacer, trabajar y ver, pero eso se lo dejo a
los organizadores y productores.
En cuanto a las calles, se respira el mismo nivel. Los recortadores que no ya rodadores, han
cambiado la forma del recorte de toda la vida, el de ir de cara y mostrarle la mano o como
mucho tocarle la cabeza. Hoy se ha impuesto mucho el corte de riñón. Con los quiebros pasa lo
mismo, no tienen nada que ver con los de antes. Los de ahora son el eslabón más alto que haya
existido antes, el ajuste al milímetro, y eso requiere de muchas virtudes, capacidad, valor,
riesgo al límite y suerte, mucha suerte.
Lo que ya no llevo bien son los quiebros de rodilla… me puede la tensión, sobre todo si se
hace a rodillas clavadas en la arena sin moverlas y sin ventajas. Lo paso fatal, más aún,
cuando lo vi hacer por primera vez en un concurso al Rata, se me salía el corazón… Chapeau
por los que se atreven a hacerlos, pero es un riesgo demasiado elevado para el rendimiento
que pueden recoger. Aunque hay ocasiones donde hay que darlo todo y el orgullo de estos
toreros predispone a veces la pasión a la razón.
Lo de los saltos es otra cosa, los introduje en los concursos por darles vistosidad y
espectacularidad, y resultó positivo. Cierto es que han cambiado mucho la forma de
ejecutarlos desde entonces, que apenas era un salto burdo y espatarrado. Hoy alcanzan la
perfección en muchas ocasiones, aunque aún hay muchos saltos vulgares, cuestión de tiempo
también. Tal vez se dividan en un futuro los concursos en distintos tercios de suertes,
recorte, quiebros y saltos. Necesitamos héroes y campeones-as, en todas las modalidades.
Historia de los concursos de recortes
Hace apenas 20 años se organizaba de forma oficial el primer concurso de recorte libre en
Castellón y poco después en Valencia, y nadie podía prever el éxito que estos eventos iban a
tener en toda España y en el mundo entero. Anteriormente se realizaban otras versiones de
este espectáculo en Medina del campo, Arganda y otros lugares, pero nunca con la repercusión
de ahora. Desde entonces hasta ahora, ha cambiado muchísimo la técnica y la calidad de los
participantes, cada vez más profesionales y con más conocimiento de las suertes, de los
terrenos y de los toros. Y eso es bueno para la fiesta.
La frase: Un recortador es un héroe del pueblo, la gente necesita líderes de corazón y alma.
El toro sigue siendo el medio para serlo.
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