Toros toreados en las calles
Por Alberto de Jesús (Edi 1 sept 2017)
Últimamente ha vuelto a salir este tema de los toros que se
compran para las calles y resulta que estaban toreados, y no es nuevo, es tan
viejo como la propia tauromaquia. Este mundillo, es un universo de pícaros,
listillos, chuflas y aprovechados, aunque también es un mundo de personas
nobles, enteras, responsables y honradas. Hay de todo, como en botica.
Desde que yo tengo uso de razón, son muchos los ganaderos
que han toreado sus toros antes de que salieran para las calles, siempre a
escondidas, incuso yo mismo he presenciado algunas tientas en varias ganaderías
donde no mataban al astado y después, casualidades de la vida, a ese toro lo
veía en algún pueblo. Y eso me indignaba.
Creo que sería muy importante tener un registro de los toros
comprados y las fechas, para después tener las suficientes pruebas para sentar
a los ganaderos corruptos al banquillo en el juzgado.
No pueden pedirnos lealtad, apoyo, formar parte de
entidades, los representantes de los ganaderos y defensores del toro y de los
aficionados, y que después ni hagan una nota de repulsa a sus asociados y
compañeros por lo que han hecho, porque al fin y al cabo es un delito que
podría buscarles un problema muy serio a alguno de ellos. Sigo pensando que las
entidades importantes que se les llena la boca alabando a los aficionados de la
calle, porque se gastan millones de euros en la ganaderías de sus amigos y
asociados, deberían ponerse al lado de estos y no hacer el avestruz y esconder
la cabeza ante un delito que puede tener consecuencias graves. Y reitero, echo
de menos las notas de prensa de la Fundación, la Unión, la Asociación, la
Agrupación, la GLU, etc.
Imaginemos que un toro que sale a la calle mate a un aficionado,
y que después la familia se entere que fue toreado después de adquirirse, y se
presente al juzgado con el contrato del ganadero como que ese animal estaba
virgen y sin torear, y que la parte afectada pueda demostrar que fue tentado.
Es muy posible que el ganadero fuera condenado por posible delito de homicidio
y falsedad contractual. Otra cosa es que a un toro lo toreen de forma
clandestina o en una luna, pero si se percata el ganadero, debe denunciarlo y
sacrificar a ese animal, y a todos los que sospeche puedan haber sido toreados.
Soltar a un toro toreado a un ruedo o a una calle, es un delito muy grave.
Puede coger al torero, y puede coger al recortador, y en ambos casos es
punible.
Después están los ganaderos espabilados que una vez vendido
el toro a las calles, lo ofrecen a distintos matadores por un módico precio o
regalado. En muchas ocasiones el matador que lo torea también sabe que ese toro
va a ir a las calles, pero les importa un pepino, al ganadero, al torero y a
todos los que participan en ese delito, que se vaya a poner unos meses después
un chaval a cuerpo descubierto a la salida del cajón a darle un quiebro.
Podrían ser todos cómplices. Muchas otras veces, es el propio intermediario, el
de los cebaderos, el que sabe que está comprando toros toreados y no dice ni
pio. Todo el sistema puede llegar a ser corrupto en ocasiones particulares.
Yo he visto a lo largo del tiempo muchos toros en las calles
con síntomas de toreados, incluso a veces los he visto en la plaza también y el
matador ha abreviado para matarlo. En la calle, se aprecian enseguida por su forma
de frenarse, de escarbar, de cortar en el recorte, de pararse al quiebro, etc…
y muchos son los que tienen marcas de haber sido picados, algunos lo fueron de novillos
para probarlos como semental, que no es malo, y con el tiempo fueron a los
pueblos, a las calles, pero jamás a la plaza. Ahí no se atreverá nunca el
ganadero a llevarlo. Otros, fueron quemados en una plaza de tienta, posteriormente
curados, y con el tiempo a un recinto callejero, otros ganaderos, con menos
escrúpulos, los echan a las calles aun con las heridas supurando.
No digo que no se pueda hacer, siempre que la comisión organizadora
que compra el toro sea consciente y lo anuncie en los carteles. Porque si no,
también podrían acabar en una banquillo si alguien les busca las cosquillas.
En Portugal por ejemplo, prácticamente todos los toros que
se lidian en las corridas, ya que no se matan, vuelven después a la ganadería,
se curan y para los pueblos. Pero se sabe y todos los aficionados extreman sus precauciones,
y el precio les conviene a todos.
En fin, esperemos que la temporada acabe bien, y denunciar
los fraudes, los engaños y a los listillos. Tal vez los veterinarios que
quieren entrar en este negocio nos traigan la solución cuando denuncien a todos
estos cuatreros. Pero no creo que eso esté en sus planes.
¿Entonces para que quieren entrar?
La frase: “Los aficionados tenemos que unirnos, no para
estar juntos y que nos representen, si no para hacer algo todos juntos.”
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