Los Padres de este país no custodios, y sin derechos a los hijos.
No suelo escribir mucho del problema que vive con mi hijo y conmigo, pero hoy quiero compartir algo con vosotros parte de mi impotencia como hombre, en una justicia injusta que le roba la infancia a nuestros hijos impidiendo que puedan vivir con nosotros por el mero hecho, y pecado, de ser hombres y padres a la vez y, por la negativa una madre sin remordimientos que no miran por el bienestar superior del menor, amparadas por una justicia inconstitucional dominada por los lobbies feministas instalados en las administraciones públicas, políticas, judiciales, fiscal y abogacía, que se arrodillan ante una mujer por un simple voto. Feministas sin arrepentimiento que dejan cientos o miles de hombres (padres) en la prisión, en la cuneta, desahuciados, o en el cementerio. Un holocausto que la sociedad no quiere ver y que gira la vista hacia el otro lado. Pero que es tan real como la vida misma. Un problema que crean donde no existe en una violencia de género tan tremendamente exagerada y manipulada por el Gobierno y sus afiliados de la prensa corrupta y manipulada, como nos quieren hacer ver. Pero no les importamos nosotros ni un pepino, ni nuestros hijos, nada, sólo el voto femenino.
Llevo casi cinco años luchando por la custodia compartida, y me di cuenta enseguida que la lucha es muy larga, que la verdadera batalla está exclusivamente en querer a mi hijo y no hablarle mal de nadie, ni de ella, cosa que mi ex no ha parado de hacer para poner a mi hijo en contra, impidiendo, por ejemplo este año, que hasta que pueda desarrollar las actividades que le gustan como el fútbol, al que se niega a llevar en sus días de custodia. ¿Tanto odio enfermo puede acumular una mujer para fastidiar las ilusiones de un niño? ¿Os podéis imaginar la impotencia que recorre mi mente ante tal hecho?
El resultado de todo este trabajo que desarrollo con él, es que mi hijo con 7 años cada vez quiere pasar más tiempo conmigo y cuando lo entregó me dice que le quiere decir a mamá que se queda más conmigo, que es injusto que no pueda vivir conmigo, que quiere ir a la policía para decírselo, que quiere la custodia compartida. Es increíble lo que los niños aprenden y ven. Mi labor como padre de exclusivamente CUATRO DÍAS AL MES, como miles de ellos más, es la de inculcarle buenos valores, de que no conozcan el odio de los mayores, mejor dicho, de las paridoras, aunque lo intuyen, de crearle una mente noble y sana alejada de envidias, de inventarles un mundo de fantasías que tapen la realidad todo el tiempo posible hasta que sus mentes maduren y puedan decidir.
Rezo al infinito, que no a ningún Dios, por una sociedad que recrimine estas acciones y no escurra el bulto. Rezo porque de verdad haya una justica donde todos seamos iguales ante la Ley. Rezo porque los miles y miles de padres que viven este infierno, su lucha se vea recompensada y se establezca la custodia compartida como derecho de los padres y no como exclusiva de la madre.
¡Custodia compartida ya!
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